LUNA DEL SOL FUERTE O DE AGUAMIEL-DIOSAS LAIMA Y JUNO


 





Esta noche comienza la Luna Llena de Junio, que según los esbats de la WICCA corresponde a la Luna del Sol Fuerte o de Aguamiel, también conocida como Luna de la Fresa o Frutilla.

Se la llama Luna del Sol Fuerte porque suele coincidir con la última Luna Llena de Primavera o la primera del Verano. Pero Junio siempre ha sido un mes muy tradicional para bodas y ceremonias, por eso uno de los nombres más antiguos que se conservan para la esta luna es "Luna de Aguamiel" que surge de una muy vieja tradición del Norte de Europa: Durante el primer mes de matrimonio, los recién casados bebían una copa diaria de vino con miel, llamado aguamiel, para favorecer la fecundidad.
Así pues, durante esta luna puedes acceder a sus energías. Lanza hechizos para favorecer la fertilidad, el deseo y las relaciones amorosas.

En la mitología nórdica se suele invocar a Freya en esta luna, diosa del amor y la sensualidad, también podemos invocar a Venus o cualquier otra diosa relacionada, pero desde Harpías y Chocolate os daremos dos rituales para las dos diosas que regirán las dos noches álgidas de esta Luna Llena que coincide con el 9 y 10 Junio y por tanto abarca la última Luna Llena de la Primavera de 2017.

La diosa correspondiente a la primera noche, del 9 de Junio, es LAIMA (también Laime, Laimas māte en letón o Laura en Español), una deidad de Letonia y Lituania, diosa del destino y la buena fortuna. Su nombre significa “SUERTE” y junto con sus hermanas Karta y Dekla forman una trinidad similar a la de las Moiras o las Nornas. Ella y sus hermanas viajan donde una mujer esté dando a luz y decretan el destino del recién nacido. Las diosas y arquetipos del destino suelen llegar siempre en tríos, tal vez por el simbolismo con el tiempo: Presente, Pasado y Futuro.

Originariamente se la representaba con forma de ave, pero más tarde adoptaría forma humana.




En la mitología lituana, Laima (destino) es constantemente confundida con Laimė (representando la buena fortuna) y Laumė (un hada). Otras deidades relacionadas incluidas son Dalia (igualmente representa destino) y Glitinė (la cosechadora).
Hoy en día, en Letonia, se sigue usando la expresión: “Si Laima quiere”


La segunda diosa, correspondiente al 10 de Junio es la diosa JUNO (las finanzas).

En la mitología romana, Juno era una diosa, equivalente a la Hera griega y a la etrusca Uni, diosa del matrimonio y reina de los dioses, Junio se llama así en su honor, hay una probable etimología para Juno en la raíz protoindoeuropa *yeu-, ‘fuerza vital’.

Guardiana de las mujeres, hija de Saturno y Ops, hermana y esposa de Júpiter, con el que tuvo dos hijos, Marte y Vulcano y una hija, Lucina. Juno fue una deidad mayor de la religión romana y formó parte, junto a Júpiter y Minerva, de la Tríada Capitolina, un importante culto romano. En la mitología romana Juno representa a la maternidad.
Fue la protectora por excelencia del estado de Roma y cuidaba de las finanzas del Imperio.

Entres sus poderes estaba el de poder lanzar rayos de fuego, como su consorte.

El 1 de marzo de cada año, las mujeres celebraban unas fiestas en honor de Juno llamadas Matronalia. Otras fiestas en su honor, las Nonas Caprotinas “Las Nonas de la Higuera Silvestre”, se celebraban el 7 de julio, en campos cercanos a higueras y con mucho baile y festejos bulliciosos. Muchos consideraban el mes de junio, que toma su nombre de Juno, patrona del matrimonio, el más favorable para casarse. Los Calendas de cada mes también estaban consagrados a esta diosa, que tenía fiestas el 1 de julio y el 13 de septiembre.

Juno tenía en ocasiones un carácter guerrero que se hacía aparente en sus ropas. A menudo aparecía armada y llevando una capa de piel de cabra, que era la prenda preferida por los soldados romanos en campaña.

Cuando los galos atacaron Roma, se dice que los gansos sagrados de la diosa dieron la alarma y salvaron la ciudad, por lo que se la vincula a la Madre Ganso y también al Pavo Real por su vinculación con su vigía, Argos, que tenía cien ojos y una vez muerto, ella los dispersó en la cola del Pavo Real.



SÍMBOLOS

Miel
Aguamiel
Fresa
Frutos rojos
Ámbar
Pájaros
Ganso
Pavo Real
Higuera/higos




MEDITACIÓN-RITUAL

PRIMERA NOCHE DE LA LUNA DE JUNIO

En realidad este ritual comienza con la caída de la tarde, cuando empieza a aparecer la luna pero todavía es de día.
Prepararemos una merienda con miel y fresas o cualquier otro fruto rojo (¡hay mil por Internet!) y dispondremos una mesita con aguamiel (vale también una infusión con miel o similar), decorada con flores y velas doradas, rosas y azules.
También podemos hacer decoraciones con pájaros por la pared, de origami, fotos, dibujos, etc. O cualquier objeto que tengamos en casa con esa forma.

Nos duchamos y vestimos con algo sencillo que nos favorezca y nos resulte sensual, un vestido, salto de cama, etc… El caso es sentir nuestro atractivo y estar cómodas. Y nos perfumamos con aromas de flores y frutos rojos a ser posible, o cualquier olor dulce o floral que nos guste.

Entonces tomamos esa merienda o postre de cena (nosotras elegimos el tiempo que se adapte mejor a nuestro horario de comida), antes o después del ritual. Eso sí, el ritual ha de ser de día porque consiste en invocar a la Diosa Laima del destino para que nos augure como será nuestro destino (sobre todo el amoroso) mediante una señal en el cielo. Esto lo pedimos un rato concentradas con los ojos cerrados y cuando acabamos nos asomamos inmediatamente a una ventana y observamos el cielo de 1-5 min.

Si vemos pájaros es el mejor augurio que la diosa nos está enviando y significa que el amor está muy próximo o que seremos muy felices finalmente en ese aspecto.
Si hace buen día significa que todo va a ir muy bien y no hay nada de qué preouparse.
En el caso de no ver ninguna señal significa que hemos de repetir el ritual en otro momento, que las energías de ese día no son propicias para nosotras por alguna razón.
Ver nubes oscuras significa que nos esperan dificultades que atravesar.
Que haya tormenta y lluvia puede significar tristeza y lágrimas, pero también intensidad, pasiones que nos harán vibrar.
El resto de cosas a ver e interpretar dependerá de cómo nosotras interiorizamos cada símbolo, por ejemplo si vemos la luna en ese momento, si vemos algo que nos llame la atención, un color determinado en el cielo, un avión, etc…

Finalmente, veamos lo que veamos, agradeceremos al Universo y a la Diosa por los mensajes, pero sobre todo por poder tomar conciencia para cambiar nuestro destino si algo de lo que vemos no nos gusta o nos produce temor. Nos sirve para detectar qué cosas no están bien y qué queremos alejar o atraer hacia nosotras.

“Mi destino se va forjando conforme a mi voluntad consciente e inconsciente”

El segundo ritual, de la noche del 10 de Junio, se hará de noche, con la luna en su esplendor.
También nos acicalaremos hasta sentirnos atractivas y hermosas para la ocasión (podemos aprovechar y salir de fiesta tras el ritual o hacer algo especial con nuestras parejas).
Colocaremos un altar con velas de los colores mencionados para el ritual anterior y decoración similar, solo que esta vez podemos añadir algo relacionado con pavos reales para el altar o incluso nuestra indumentaria.
Añadiremos ofrendas dulces como higos y fresas, que comeremos si nos apetecen y algo dulce para beber, vino dulce, ron miel o algo similar sin alcohol si lo preferimos, tal zumo de uva roja, etc.
Los colores ideales para vestirnos van desde azules, verdes y platas hasta rosados, fucsias y dorados, dependiendo de cómo nos identifiquemos más.

En este ritual invocaremos a la Luna Llena para varias cosas relacionadas con el plano sensual-emocional como pueden ser tener relaciones sexuales placenteras, atraer a nuestro futuro amor, consolidar y dar felicidad a la relación que ya tenemos, atraer la fertilidad para tener hijos o favorecer el parto y el destino del niño/a si estamos embarazadas.

Escribiremos en un papel las cosas que queremos atraer con frases cortas, sencillas y claras que no se contradigan entre sí (no poner más de diez cosas).

Guardaremos después ese papel en una cajita (a ser posible de madera, pero vale cualquiera) con hojitas de laurel y lo abriremos en el siguiente ritual del próximo año, donde veremos lo que se ha cumplido y lo que no y cómo hemos administrado los recursos y deseos que se nos han concedido.

Después podemos salir a bailar, beber y festejar la luna.

Esa noche, guardaremos laurel de la cajita para ponerlo debajo de nuestra almohada y estaremos atentas a los sueños porque pueden traer mensajes importantes acerca de nuestro futuro.

“Administrando bien mis recursos me salvo de las épocas difíciles”



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